Hola a todos!! Como estoy preparando un parcial, decidí dejar la parte 2 de los productos de cuidado facial para la semana que viene, pero no quería dejar de pasarles este tip.
A la hora de aplicarme tónico o desmaquillante, me resultan muy prácticos los disco de algodón, y venía usando los "Estrella"
Por un lado, algo que no me gustaba, era el tipo de cierre del paquete, ya que es un cordoncito que es casi lo mismo que nada...
Pero, lo peor, es que cuando me aplicaba el tónico como se debe, de a golpecitos, el disquito se despeluchaba todo, incluso dejandome residuos de algodón pegados a la cara. Les muestro uno recién usado:
Ahora viene la parte feliz! estaba en la perfumería, y de repente, al lado de los discos "Estrella", veo unos que no conocía, al mismo precio, así que obvio que los compré! (cuando se trata de belleza, el "Mejor malo conocido que malo por conocer" no aplica) Son los "Doncella":
Para empezar, tienen un cierre como el de las bolsitas ziploc, lo que ya les da un punto a favor (tratándose de algo que me paso por la cara, me parece importante que no quede abierto el paquete)
y además, no se despeluchan al usarlos:
Para decir algo bueno de los Estrella, quizás en seco, sean más suaves al tacto, pero para aplicar tónico, definitivamente me quedo con los Doncella.
Gracias por leerme, ojalá les sirva el dato =) un beso
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domingo, 29 de junio de 2014
lunes, 23 de junio de 2014
Productos para el cuidado facial: orientación para principiantes. PARTE 1
Productos para el cuidado facial: orientación para principiantes. PARTE 1
La idea de este post, es orientar
a quienes quieren empezar a cuidarse la piel, y se sienten abrumadas ante la
infinidad de tipos de productos que ofrece el mercado.
¿Qué es lo básico? ¿En qué orden
se aplican? ¿Para qué sirve cada uno? Intentaré despejar estas dudas, previa
advertencia: cuando de belleza se trata, aparecen cada vez más y más productos,
todos ofrecen algo frente a una necesidad que quizás ni sabías que tenías, por
eso quiero que tengan en cuenta, que muchos de los productos que voy a nombrar son
prescindibles, otros se usan sólo para necesidades específicas, y muchos son
reemplazables por elementos naturales, o la combinación de otros productos de
fácil acceso. A su vez, a la hora de elegir un producto, recomiendo seguir los
pasos que di en este post.
Desmaquillantes:
Estos no son prescindibles! La
piel tiene que estar limpia y tiene que respirar el mayor tiempo posible, si te
maquillaste, es obligatorio que te desmaquilles.
Existen muchos tipos de
desmaquillantes, que se pueden agrupar en:
*Desmaquillantes de ojos: son específicos
porque la piel de los ojos es más fina que la del resto de la cara, y por ende,
requiere un cuidado especial.
*Desmaquillantes faciales: vienen
en varios formatos, como ser sérum, leche de limpieza, o simplemente como desmaquillante
facial. Incluso algunos jabones de limpieza sirven para desmaquillar la cara
directamente.
*Toallitas desmaquillantes: son
toallitas húmedas que tienen el desmaquillante incorporado. Ideales para cuando
estás muy cansada, pero no recomendadas para todos los días.
Limpiadores
Es el primer paso de cualquier
rutina facial (empezando siempre por una piel sin maquillaje)
Este punto requiere varias
aclaraciones. Primero, te hayas maquillado o no, la piel necesita limpieza
siempre. Segundo, por más grasa que sea tu piel, no hay que realizarse la
limpieza facial más de dos veces por día (cuando nos levantamos, y cuando nos
acostamos). Un exceso de limpieza, puede estimular de más a las glándulas sebáceas,
haciendo que produzcan aún más grasa. Tercero, los jabones comunes no sirven
para la limpieza facial, sí los de glicerina,
o los que aclaran específicamente que sirven a tal fin.
Muchas personas usan directamente
un algodoncito embebido en algún producto (como ser un agua micelar), y nada
más. A mi parecer, ese puede ser un recurso para algunos momentos, pero lo
idea, es utilizar productos que se enjuaguen con agua. El mercado ofrece una
gran variedad: geles, jabones líquidos (es importante que aclaren que no
contienen “jabón”, sisi, “jabones sin jabón”), mousses, cremas, etc.
Tónicos:
Se usan luego de limpiar la piel,
para devolverle el PH normal (que se altera con la limpieza), cierra los poros,
y deja la piel lista para la hidratación. Los hay para todos los tipos de piel,
y es importante usar el correcto, por ejemplo, una tónico para piel grasa en
una piel seca puede hacer desastres!
Hidratantes:
Con una hidratante se cierra una
rutina facial diaria básica. Es un paso obligatorio para todo tipo de piel
(incluso las grasas!!!) Lo mismo que para el tónico, es muy importante que
usemos un producto adecuado para nuestro tipo de piel.
Protector solar:
Hasta hace muy poquito pensaba
que el protector solar solo era necesario si iba a estar expuesta al sol por un
largo rato, pero luego de ver la obsesión que tenían las demás bloggers por el
protector solar, empecé a preocuparme por el tema. Pregunté por todos lados si
era necesario usarlo todos los días, aunque solo estuviera al sol unos minutos.
Tuve respuestas variadas, desde “no se te ocurra asomar la nariz afuera sin
protector”, hasta “si a la piel le pones tantos productos no respira, me parece
exagerado que te pongas protector” (esto me lo dijo una cosmetóloga), por lo
cual, decidí ir a los libros y encontré esta tablita (del libro “Cosmetología
de Harry”, de Wilkinson y Moore).
Como verán, 20 minutos alcanzan
para causar algún daño, por lo que, yo incluiría un protector solar a mi rutina
diaria. Vienen para distintos tipos de piel, e incluso a veces vienen incluidos
en la hidratante, o en la base de maquillaje.
Espero que quienes se sentían desorientadas,
ahora lo estén un poco menos. Quizás parecen muchos productos, y sientan que les
va a consumir mucho tiempo y dinero, la verdad, es que hay productos de todos
los precios, y no siempre más caro significa mejor. Respecto al tiempo, una
rutina diaria básica no implica más de 10 minutos a la mañana y 10 a la noche, y
valen totalmente la pena.
Ojalá les sirva. Gracias por
leerme! besos
martes, 17 de junio de 2014
Consejos para comprar productos sin "clavarnos"
¿No podes entrar a una farmacia/perfumería sin comprarte
algo? ¿Siempre pedís algo de los
libritos de Avon/Tsu/etc, aunque no lo necesites? ¿Tenes montones de pinturas
de labios que no usas por qué no te gustan como te quedan? ¿Tuviste que tirar
una crema de lo mala que te resultó? Si contestaste afirmativamente a alguna de
estas preguntas, este post es para vos =)
1 – Conozcámonos a nosotras mismas:
Algo básico a la hora de elegir un producto, es el conocimiento
sobre una misma, pero ¿conocer qué?
*Nuestro tipo de piel: a la hora de comprar maquillajes (en
especial bases y polvos) y productos para el cuidado de la piel, es esencial
saber qué tipo de piel tenemos. Una crema hidratante para piel grasa puede
secar aún más una piel seca, una base para piel seca en una piel grasa va a hacer
que la piel brille aún más que antes. Internet está plagado de test para
conocer qué tipo de piel tenes, te recomiendo hacer los de las páginas de
laboratorios cosméticos, que son los más serios, les dejo uno:
*¿Qué colores nos quedan bien? Hay personas a las que
cualquier color les queda bien (si es tu caso: qué envidia!), pero al resto,
nos favorecen más ciertos tipos de tonos. Podes mirar algún post sobre colorimetría
básica para ver qué colores te quedarían mejor, o simplemente, probar distintos
tonos y decidirlo por vos misma.
Les dejó un post de una de mis bloggers favoritas que les
puede servir:
*Conocer nuestros gustos: “¿pero cómo no voy a saber lo que
me gusta?”, me refiero a que, por ejemplo, si probaste un labial y te encantó,
trates de descubrir qué te gustó de ese labial: puede ser el tono, puede ser tu
textura, puede ser su acabado mate. Lo mismo para cualquier producto. Una vez
que sepas qué te gusta, te va a ser más fácil buscar productos con características
similares.
2 - Identificar qué necesitamos
Nos compramos montones de sombras de colores divinos, pero a
la hora de hacernos un maquillaje, nos falta un iluminador. Nos salió un
granito puntual y ninguno de los productos qué tenemos sirve para eso. Tenemos una
colección de brochas, pero ninguna sirve para difuminar.
Tenemos que dejar de lado a la compradora compulsiva, y
evaluar nuestras prioridades, identificar qué necesitas y hacer una lista de
prioridades puede serte muy útil y ahorrarte mucho dinero (este consejo aplica
para lo que sea: ropa, utensilios de cocina, etc. Etc.)
3 - Investigar:
*Una vez que nos conocemos a nosotras mismas y sabemos lo
que necesitamos, tenemos el maravilloso poder de saber lo que queremos! (y
generalmente lo queremos ya!). Desde que descubrí el mundo beauty blogger,
trato de no comprar nada sin antes hacer una mínima investigación: primero,
busco qué marca podría comprarme del producto que necesito, ejemplo: googleo “hidratante
piel grasa”, y veo que ofrecen los laboratorios, luego de que encontré una
crema que promete lo que necesito para mi tipo de piel, buscó reviews sobre esa
crema en particular. Que a otra persona le sirva el producto no es garantía de
que nos va a servir (o viceversa), pero, leer una reseña sobre alguien que
tiene nuestro mismo tipo de piel, nos puede ayudar mucho en la decisión de
comprar el producto o no. Varias reseñas negativas son una clara advertencia de
que el producto es malo, varias reseñas positivas nos pueden dar el visto bueno
para probar el producto.
Se aplica lo mismo al maquillaje, está lleno de reviews que
dan cuenta de la calidad de un producto (pigmentación, duración, etc.), y de su
color, en especial a la hora de comprar por catálogo, aprendí a no comprar sin ver antes al menos un swatch (foto de cómo queda el
producto en la mano o puesto directamente).
¿Tanto lío para comprar una cosita? Parece mucho, pero es
algo que se nos hace cada vez más simple, cuando uno sigue estos pasos se
aprende a identificar gustos y
necesidades cada vez más rápido, solemos identificar a bloggers que hacen
mejores recomendaciones para nuestros gustos/tipo de piel, conocemos qué marcas
no nos defraudan, etc. Además, les puedo
asegurar que los resultados son muy satisfactorios, es genial encontrar por fin
ese color de labial que soñamos por mucho tiempo, o encontrar la crema que nos da
mejores resultados sin tener que probar montones de cosas antes (y a su vez
cuidamos el bolsillo). Ni hablar de que resulta placentero jeje (al menos quien
les escribe, pasaría horas y horas leyendo sobre maquillajes y cremas).